Ensayo Periodístico N° 2 - Ana Paula Carreras


Primero Venezuela, luego Honduras:
Cuando lo que se golpea es la libertad de expresión...





“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.”
Artículo 19, Declaración Universal de Derechos Humanos


Vivimos en una sociedad mediatizada, la sociedad de la información, donde los medios de comunicación cumplen un papel central en la construcción de las subjetividades. No es menor que hoy se atribuya a la prensa la expresión de “cuarto poder”, ya que el tremendo impacto que los medios tienen en las autopistas de información de la aldea global es realmente poderoso, pues manipulan el consciente y subconsciente colectivo de la sociedad. Pero, ¿qué ocurre cuando ese poder es utilizado para tergiversar la realidad? ¿Qué pasa cuando el engaño confunde las percepciones?


Todos tenemos derecho a informarnos e informar, gozamos de libertad de expresión, pero en tiempos agitados como cuando irrumpe un golpe de Estado en una sociedad y la democracia se ve quebrantada, la censura brota por distintos canales. Pero también es cierto que, desde otra óptica, la manipulación mediática entra a jugar un papel protagónico que puede acarrear consecuencias sumamente graves. En muchas ocasiones se censura a los medios de comunicación, pero en otras tantas, son los mismos medios quienes censuran. ¿Por qué no pensar incluso que muchas veces son ellos mismos los que encienden la llama de la agitación social? Podríamos hablar entonces no sólo de golpes de Estado, sino además de golpes mediáticos, y no porque llevemos en alto banderas chavistas, sino porque no es la primera vez que los hechos hablan por sí solos. Sin ir más lejos, tomemos dos casos particulares y vinculados al mismo tiempo… Venezuela y Honduras.

El 11 de abril de 2002 tuvo lugar el golpe de Estado en Venezuela que intentó derrocar al presidente constitucional Hugo Chávez. Tras una seguidilla de protestas asociadas a conflictos sindicales con los trabajadores petroleros, ciertos cuestionamientos al gobierno provenientes del sector privado como así también a la baja de la popularidad de Chávez, se produjo durante tres días una huelga general convocada por Fedecámaras que concluyó en el Palacio de Gobierno situado en Miraflores (Caracas), donde se toparon manifestantes chavistas y opositores. Así comenzaron una serie de disturbios muy fuertes que llegaron a ocasionar la muerte de algunos manifestantes. Sin bien no se sabe quién inició el tiroteo, al día siguiente los militares opositores a Chávez tomaron el poder, imponiendo en su lugar al presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga. Pero ello no terminaría allí, los manifestantes que simpatizaban por Chávez llevaron adelante fuertes protestas que sumadas a ciertas presiones internacionales de países que no aceptaron a Carmona, lograron que en la madrugada del 14 de abril Chávez recuperara la presidencia de Venezuela.

Dos versiones se manejaban mientras tanto, la de los medios privados que negaban el golpe al mismo tiempo que lo apoyaban, argumentando que se había producido un vacío de poder con una supuesta renuncia del presidente y, por otro lado, la de los medios estatales, que sólo hasta la vuelta de Chávez, pudieron mostrar la veracidad de lo ocurrido.

Como sostuvo en ese entonces Hugo Chávez, sí puede hablarse de golpe mediático en la medida en que se reconoció la gran responsabilidad de los medios privados de comunicación en el desarrollo de este golpe, porque no sólo lo alentaron sino que además censuraron información comprometida, desde el momento en que, por ejemplo, manipularon imágenes tomadas durante los enfrentamientos de los manifestantes (Ver Sucesos de Puente Llaguno). Y, desde el otro extremo, los medios de comunicación alternativos que siempre se ven golpeados por la censura, ofrecieron en ese entonces información un tanto más imparcial, considerando que posiblemente tras el golpe, estos serían utilizados por los chavistas para transmitir una cronología de los hechos.

De manera similar, el reciente golpe de Honduras, también pone en tela de juicio el papel de los medios en situaciones como éstas. Para la periodista y miembro del Consejo de Comunicadoras y Comunicadores Socialistas, Mari Pili Hernández, la democracia en Honduras fue la primera baja que logró el golpe de Estado y la segunda víctima fue la libertad de expresión, que se reforzó con la conducta antiética y mentirosa de CNN, en el ámbito mundial, y de Globovisión y otros medios privados en Venezuela. “CNN cambió su línea editorial en forma increíble (…)”, dijo Hernández, durante la entrevista que concedió junto al internacionalista Raimundo Kabchi al programa Despertó Venezuela, en VTV. Hernández recordó que en las primeras horas del Golpe, la cadena internacional informaba de manera imparcial y después del mediodía cambió “de manera vergonzosa”.

Sumado a ello, Raimundo Kabchi dijo que el triste papel de los medios de derecha en el mundo, justificando el golpe en Honduras y mintiendo sobre las barbaridades que cometen contra ese pueblo y los derechos humanos, “no son menos que los bombardeos contra Gaza o el Líbano”.


Con opiniones de Eva Golinger y abundante material gráfico que demuestra el comportamiento de CNN en Español, Patria Grande muestra cómo CNN le dio apoyo a los golpistas en Honduras.


Recordemos además que no sólo ese punto es importante sino que también sería imposible no aludir a las acciones deplorables que algunos canales sufrieron por parte del gobierno militar hondureño, desde el momento no sólo que se les negó la transmisión de los acontecimientos que allí ocurrían, sino también llegando al extremo de incautarles los equipos y detener a los periodistas para negarles llevar adelante su trabajo. Si esto no es censura, ¿de qué estamos hablando?

Pero no todo es negativo señores, estamos en el siglo XXI, y si bien los monopolios mediáticos manejan las agendas, hoy los grandes medios no son los únicos disponibles para hacer circular la información. Hay espacios alternativos que aunque son los más atacados en momentos como estos, son la esperanza que le queda a Latinoamérica para no dormirse y convertirse en carnada de los poderosos de arriba.

Ana Paula Carreras


Material interesante para consultar:

Acerca del Golpe de Estado en Venezuela

Agencia Púlsar, agencia informativa de AMARC ALC, Cobertura especial del golpe de Honduras (incluye audios muy interesantes)


Globovisión, el canal de televisión máximo exponente del golpismo y de los medios de comunicación golpistas venezolanos, también apoya el golpe militar en Honduras, la dictadura hondureña y al dictador y empresario mediático Roberto Micheletti. Cualquier semejanza con el golpe del 11 de abril de 2002 en Venezuela, es pura coincidencia.




Con la expulsión de los equipos de VTV y teleSUR, el gobierno de facto de Honduras amplió el cerco mediático en ese país centroamericano.



Honduras - Golpe de Estado y los Medios de Comunicación...


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