Trabajo Final - María Eugenia Crovetto

La construcción de la realidad
Los Medios y las Leyes del Mercado


Está más que claro que por el desarrollo tecnológico se ha podido innovar día a día en los medios masivos y por ende se innovó también con nuevas maneras y posibilidades para que los individuos decodifiquen los mensajes.Como con todas las formas simbólicas, el significado de un mensaje transmitido por los medios no es un fenómeno estático, sino que debería verse como complejo y cambiante, en continua renovación y transformado por el proceso de recepción, interpretación y reinterpretación.
Citando a John B. Thompson podríamos decir que “con la proliferación de las instituciones mediáticas desde finales del siglo XV hasta el día de hoy, los procesos de producción, almacenamiento y circulación han estado transformándose en varios sentidos (…)”.
Los medios de comunicación se han convertido en productos de consumo que pueden comportarse y venderse en el mercado. Según Mariana Sena, Licenciada en Comunicación Social, “los medios son empresas, como hay gente que produce zapatos, hay otros que producen noticias, hay que entender esto en las leyes del mercado”.
Vivimos un proceso en el cual algunos mensajes se retienen mientras que otros se olvidan, pero no sólo eso, vivimos un proceso mediático en el cual algunos mensajes son utilizados para ocultar otros. Las famosas cortinas de humo, aparecen como por arte de magia para convertirse en lo más trascendente del momento, cubriendo por completo algo que le molesta a los dueños del circuito, ya sea político, económico o el mismo circuito mediático.
Tal es así que podríamos citar al film “Mentiras que matan” (“Wag the Dog”, año 1997), donde claramente se muestra la posibilidad de manipulación que poseen los medios sobre la opinión de la gente y por ende sobre sus propias vidas.
Dicha ficción muestra cómo los medios fueron el eje central en la construcción de la representación de la realidad. Todo comienza cuando se hace público que el presidente norteamericano abusó sexualmente de una menor de edad días antes de las elecciones. Para evitar el escándalo un grupo secreto inventa una formidable cortina de humo: una guerra con Albania. La guerra no existe, o mejor dicho sólo existe en la TV. La opinión pública se ve atrapada en esa mentira y todos votan a favor del presidente, que no sólo es mentiroso, sino creativo.
Queda más que claro que los medios de comunicación manejan el poder simbólico de todas y todos. “Podríamos decir que el relato policial es la noticia que más se acerca a la realidad, porque es el hecho puntual” aseveró Mariana Sena. Una muerte, una violación, no se pueden transformar en otra cosa.
Pero, ¿cuál es el límite? Parece ser que la violencia de la información ha hecho desaparecer lo real. O, no es real lo que no es mostrado por los medios. Hoy día todo debe ser visible y la imagen es, por excelencia, el lugar de esa visibilidad; todo lo real debe convertirse en imagen. Esto nos conduce a recalcar que los medios manipulan las verdades o más bien los hechos de la vida social. Debemos entender que los medios no copian, sino que producen la realidad social. Es decir, como sostiene Eliseo Veron, hay una realidad, pero ésta no existe sino hasta que los medios la toman y hacen una construcción de la actualidad.
“Los medios y su intervención en la opinión o cómo construyen esta opinión pública es un debate que se remonta a los principios del origen mismo de la primer gaceta informativa, porque un informe periodístico no deja de ser un recorte de la realidad con la intervención de la mirada de quien lo está escribiendo y además quien lo está escribiendo hoy está formando parte de una empresa” asegura Mariana Sena, mientras agrega que hoy día la opinión pública recibe un producto, ya no la producción de un intelectual.
Complejo, muy complejo. Habría que empezar a revisar varios términos. Por empezar dejar de segmentarnos y ser concientes que todos y cada uno de nosotros vivimos en un mundo consumista. Las leyes del mercado rigen la vida de cada ser y por ende el periodismo no escapa a esas normas.
Escuchamos, leemos, repetimos y apoyamos lo independiente.
¿Independiente a qué, de qué o quiénes? ¿Del mercado?
¿Podemos referirnos a la existencia del pleno periodismo independiente?
¿La realidad se inventa? ¿Existe ese monstruo?
¿Doña Rosa, la vecina de la esquina, existe? ¿No seremos todos en algún momento una “Doña Rosa”?
Todos consumismos. Las empresas mediáticas tienen que producir más y más productos, sus clientes se lo demandan. ¿Somos sus clientes? ¿Podremos dejar de serlo?



ANEXO
Entrevista completa a Mariana Sena, Licenciada en Comunicación Social con orientación en análisis institucional, Subdirectora del Centro Audiovisual Rosario, (CAR), organismo dependiente de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario.



Trabajo Final: Victoria Rosetti Garro


La producción de sentidos


Los medios y su papel en la construcción de la realidad


No hace mucho tiempo, para adueñarse del
poder político en un país era suficiente controlar
el ejército y la policía. (…) Hoy, un país pertenece
a quien controla los medios de comunicación
”.

Umberto Eco.
Para una guerrilla semiológica
en “La estrategia de la Ilusión (1986)


Decir que estamos viviendo en la era de la comunicación no es ninguna lucidez. Hace tiempo ya que los especialistas en el tema advirtieron este fenómeno. El canadiense Marshall McLuhan pronosticó, en los años 60, una aldea global en la cual los medios de comunicación son “extensiones de nuestros sentidos y nuestras relaciones sociales y nuestra construcción de la realidad están atravesadas por éstos. Hoy, esto es un hecho. Los medios masivos de comunicación ocupan un lugar cada vez más importante en la vida de las personas. Nos basta con dar una mirada a nuestro alrededor y observar el bombardeo de información a la que estamos expuestos diariamente. La televisión, la radio, Internet, los diarios y las revistas, son inherentes a nuestras actividades cotidianas y, en consecuencia, la visión del mundo que transmiten y el estado de cosas que percibimos están influenciadas por ellos.

El problema se plantea porque los medios transmiten la información disfrazada de objetividad, como si el relato que emiten fuera la realidad misma, la única verdad, el hecho tal cuál como ocurrió. Lo que hacen es borrar huellas que demuestren una postura concreta y una persecución de intereses determinados, y esto es lo que nos lleva a pensar que la realidad es lo que sale en los medios, lo que dicen las noticias, cuando verdaderamente nos están ocultando una posición política e ideológica. ¿Cuántas veces, cuando charlamos con un amigo y le preguntamos por los criterios de verdad sobre el suceso que nos está contando, obtenemos como respuesta un firme y seguro: “porque lo vi en la tele”?

La película de 1997 dirigida por Barry Levinson, Wag the Dog (“La cortina de humo” o “Mentiras que matan” en algunas traducciones al español), es un claro ejemplo de lo que hemos mencionado. En el largometraje, el presidente de los Estados Unidos en plena campaña de reelección, es acusado de abusar de una menor en el Salón Oval de la Casa Blanca. Este es el disparador que el director ganador del Oscar por Rain man, utiliza para mostrar cómo los asistentes del primer mandatario norteamericano arman una estrategia de prensa para desviar el núcleo informativo del escándalo. En esta desesperada carrera por cubrir el altercado del presidente y asegurar su nuevo mandato, se inventa –campaña mediática de por medio-- hasta una guerra.

En la inigualable novela de George Orwell, "1984", el trabajo de Winston Smith en el Ministerio de la Verdad, era el de analizar viejas noticias y reciclarlas en nuevas, convirtiendo la verdad en mentira y viceversa, de acuerdo a los intereses y conveniencias que el Gran Hermano tuviera en ese momento. Estas noticias luego eran emitidas incesantemente a través de los medios de comunicación. Esa era una de las principales formas de dominio de la sociedad; manejar a su antojo las vías de información y, en consecuencia, la historia. En analogía a la trama de la película de Levinson, en “1984”, una de las premisas primordiales del partido gobernante era estar --o fingir que estaban-- en constante guerra contra otro país (no importaba cuál ni por qué motivos) para mantener a la gente ocupada en un enemigo externo y que así perdiera de vista las acciones de gobierno de su país.

¿Y la guerra de los Estados Unidos contra Irak?

El Licenciado en Comunicación Social, Alejandro Ramírez entiende que:

Se está empezando a entender a los medios de comunicación, no ya como medios, a través de los cuales se transmiten noticias y transcurren las cosas de las que debemos enterarnos, sino que se los empieza a concebir como actores políticos, con intereses, que defienden determinados valores, que construyen su programación y sus noticias y, en general, su esquema ideológico a partir de claras posturas políticas. Entonces, lejos de ser medios, donde ingenuamente uno como público puede enterarse a través de ellos de lo que ocurre, de la realidad, la gente empieza a entender que estos medios son actores que tienen intereses y que los defienden, pero que no los transparentan como tal”.

Encuentro fundamental que entendamos que la construcción de significados, la visión de la realidad, la formación de la opinión, sin dudas está influenciada por los medios, pero nosotros como audiencia, lectores y espectadores tenemos una activa participación en la producción de estos sentidos.

Por este motivo, es importante considerar la oppinión del licenciado Ramírez:

[Los medios] en tanto actores que inciden directamente en la vida cotidiana de nuestras comunidades --al igual que cualquier otro poder o cualquier otra esfera que incida en nuestra vida cotidiana--, tiene que ser controlado (…) La sociedad tiene derecho a saber a quién pertenece un medio de comunicación, qué tareas desarrolla, quiénes trabajan allí, de qué manera se compone el capital accionario, etc. Es una cuestión de responsabilidad que nos debemos como sociedad. Me parece que hay que transparentar para que después cuando escuchemos los mensajes, los programas, sepamos quién, nos está diciendo qué, y desde qué lugar lo dice.


Victoria Rosetti Garro


Anexo:

Textos complementarios:


Trabajo Final - Johanna Cecotti Guglielmino

Los Medios de Comunicación y la Sociedad
¿Qué tiene de realidad la realidad?

¿Los Medios Masivos de Comunicación contribuyen a la construcción de nuestra realidad? ¿Por qué entendemos un hecho de una manera determinada y no de otra? La película "Mentiras que matan" y el sociólogo Eliseo Verón son, en esta oportunidad, los disparadores para cuestionarnos acerca de esta problemática.

El Presidente de los Estados Unidos, quien busca ser reelecto en su mandato, a 11 días de los comicios es acusado de abusar sexualmente de una menor. Con el fin de que los Medios Masivos de Comunicación desistan en tratar este acontecimiento, el cual afectaría su imagen y podría modificar severamente el resultado de las elecciones, sus asesores, en colaboración con un productor de Hollywood, deciden simular una guerra contra Albania. Una canción, escenas salidas de un estudio de televisión y la invención de un héroe fueron los recursos utilizados para crearla. Así, esta ficción, rápidamente pasó a ser una realidad: logró atraer la atención de los medios y la aceptación de un espectro muy amplio del público, que se tradujo en un posicionamiento favorable del presidente en su carrera para permanecer en la Casa Blanca por un segundo período.


El párrafo anterior intenta ser la sinopsis o la síntesis de "Mentiras que matan" (“Wag the dog” en su título original), un film estadounidense dirigido por Barry Levinson que data de 1997 y que invita a reflexionar, entre otras cuestiones, acerca de cómo los Medios Masivos de Comunicación inciden en la construcción que hace la sociedad de la realidad y en el sentido o los significados que les otorgan a determinadas prácticas sociales, es decir, en la formación de lo que comúnmente se denomina Opinión Pública.

¿Cómo genera significación una determinada práctica social? ¿Por qué ésta adquiere un sentido y no otro? ¿Por qué algunas guerras perpetradas por los Estados Unidos tuvieron mayor aceptación por parte de los ciudadanos de dicho país que la Guerra contra Irak iniciada en 2003? El sociólogo argentino Eliseo Verón dedicó gran parte de sus escritos a tratar problemáticas específicas de la Semiótica y el Análisis del Discurso. En “Fragmentos de un Tejido” y en su artículo “Semiósis de lo ideológico y del poder”, hace un aporte para posibilitar una teoría acerca de la producción social del sentido a través de los diferentes discursos (ya sean lingüísticos o extralingüísticos como lo son los que aparecen investidos en otras materialidades como la televisión, el cine, etc.) y su uso en los Medios de Comunicación en particular. Puntualmente, una de las categorías de análisis que propone para desarrollar su teoría, es la de Condiciones de Producción (de los discursos), que se podría definir como los elementos que están por fuera de éstos, los cuales serán considerados como tales en la medida en que hayan dejado algún tipo de huella en el o los discursos a analizar. Desde esta perspectiva se podrá desentrañar, por ejemplo, porqué un desocupado que corta una ruta es llamado “piquetero” y un productor agropecuario puede ser tildado por un sector como “golpista”, más allá de que la práctica social sea la misma.

¿Hasta qué punto los Medios Masivos de Comunicación son productores de sentido, es decir, constructores de “lo real” por antonomasia? ¿Qué alcance tiene la teoría de la Aguja Hipodérmica, la cual afirma que los receptores se creen y responden a todos los mensajes que los medios emiten? Al respecto, la Licenciada en Comunicación Social Carola Orduna sostiene que éstos, al ser una institución social, inciden en la construcción de la realidad. “Arman su propio relato del acontecimiento, atendiendo no solamente al impacto sobre la audiencia con fines puramente comerciales, sino también porque hacen política en el sentido más amplio y profundo de la palabra”. Sin embargo, arguye que “es casi una obviedad hoy pensar en su inocencia, pero tampoco son El relato por excelencia. Debe codearse con la construcción de otras instituciones, a las cuales se les pretende hoy restar incidencia pero que la siguen teniendo. Las tradiciones partidarias, religiosas, sindicales, educativas y la misma cultura cotidiana se encuentran y desencuentran permanentemente, dialogan en esa construcción de lo real”.

¿Qué lugar ocupan efectivamente los Medios Masivos de Comunicación hoy en nuestra sociedad? ¿Qué tan creíbles son en la actualidad? ¿Qué es lo noticiable? Interrogantes que, seguramente, serán temas de extenso debate. Lo que sí se puede afirmar es que, independientemente de la postura que tomemos ante la recepción de un mensaje determinado, aceptándolo como verdadero y válido (o no) en su totalidad, somos partícipes en el entramado social de sentido, aportamos un ladrillo para la construcción del edificio que dimos por llamar Realidad.

Johanna Cecotti Guglielmino



Para leer la entrevista completa a Carola Orduna hacer click acá.

Bibliografía utilizada:

  • VERÓN, Eliseo (2004) Fragmentos de un tejido. Barcelona: Gedisa Ediciones
  • Semiósis de lo Ideológico y del Poder, artículo de Eliseo Verón