Trabajo Final: Victoria Rosetti Garro


La producción de sentidos


Los medios y su papel en la construcción de la realidad


No hace mucho tiempo, para adueñarse del
poder político en un país era suficiente controlar
el ejército y la policía. (…) Hoy, un país pertenece
a quien controla los medios de comunicación
”.

Umberto Eco.
Para una guerrilla semiológica
en “La estrategia de la Ilusión (1986)


Decir que estamos viviendo en la era de la comunicación no es ninguna lucidez. Hace tiempo ya que los especialistas en el tema advirtieron este fenómeno. El canadiense Marshall McLuhan pronosticó, en los años 60, una aldea global en la cual los medios de comunicación son “extensiones de nuestros sentidos y nuestras relaciones sociales y nuestra construcción de la realidad están atravesadas por éstos. Hoy, esto es un hecho. Los medios masivos de comunicación ocupan un lugar cada vez más importante en la vida de las personas. Nos basta con dar una mirada a nuestro alrededor y observar el bombardeo de información a la que estamos expuestos diariamente. La televisión, la radio, Internet, los diarios y las revistas, son inherentes a nuestras actividades cotidianas y, en consecuencia, la visión del mundo que transmiten y el estado de cosas que percibimos están influenciadas por ellos.

El problema se plantea porque los medios transmiten la información disfrazada de objetividad, como si el relato que emiten fuera la realidad misma, la única verdad, el hecho tal cuál como ocurrió. Lo que hacen es borrar huellas que demuestren una postura concreta y una persecución de intereses determinados, y esto es lo que nos lleva a pensar que la realidad es lo que sale en los medios, lo que dicen las noticias, cuando verdaderamente nos están ocultando una posición política e ideológica. ¿Cuántas veces, cuando charlamos con un amigo y le preguntamos por los criterios de verdad sobre el suceso que nos está contando, obtenemos como respuesta un firme y seguro: “porque lo vi en la tele”?

La película de 1997 dirigida por Barry Levinson, Wag the Dog (“La cortina de humo” o “Mentiras que matan” en algunas traducciones al español), es un claro ejemplo de lo que hemos mencionado. En el largometraje, el presidente de los Estados Unidos en plena campaña de reelección, es acusado de abusar de una menor en el Salón Oval de la Casa Blanca. Este es el disparador que el director ganador del Oscar por Rain man, utiliza para mostrar cómo los asistentes del primer mandatario norteamericano arman una estrategia de prensa para desviar el núcleo informativo del escándalo. En esta desesperada carrera por cubrir el altercado del presidente y asegurar su nuevo mandato, se inventa –campaña mediática de por medio-- hasta una guerra.

En la inigualable novela de George Orwell, "1984", el trabajo de Winston Smith en el Ministerio de la Verdad, era el de analizar viejas noticias y reciclarlas en nuevas, convirtiendo la verdad en mentira y viceversa, de acuerdo a los intereses y conveniencias que el Gran Hermano tuviera en ese momento. Estas noticias luego eran emitidas incesantemente a través de los medios de comunicación. Esa era una de las principales formas de dominio de la sociedad; manejar a su antojo las vías de información y, en consecuencia, la historia. En analogía a la trama de la película de Levinson, en “1984”, una de las premisas primordiales del partido gobernante era estar --o fingir que estaban-- en constante guerra contra otro país (no importaba cuál ni por qué motivos) para mantener a la gente ocupada en un enemigo externo y que así perdiera de vista las acciones de gobierno de su país.

¿Y la guerra de los Estados Unidos contra Irak?

El Licenciado en Comunicación Social, Alejandro Ramírez entiende que:

Se está empezando a entender a los medios de comunicación, no ya como medios, a través de los cuales se transmiten noticias y transcurren las cosas de las que debemos enterarnos, sino que se los empieza a concebir como actores políticos, con intereses, que defienden determinados valores, que construyen su programación y sus noticias y, en general, su esquema ideológico a partir de claras posturas políticas. Entonces, lejos de ser medios, donde ingenuamente uno como público puede enterarse a través de ellos de lo que ocurre, de la realidad, la gente empieza a entender que estos medios son actores que tienen intereses y que los defienden, pero que no los transparentan como tal”.

Encuentro fundamental que entendamos que la construcción de significados, la visión de la realidad, la formación de la opinión, sin dudas está influenciada por los medios, pero nosotros como audiencia, lectores y espectadores tenemos una activa participación en la producción de estos sentidos.

Por este motivo, es importante considerar la oppinión del licenciado Ramírez:

[Los medios] en tanto actores que inciden directamente en la vida cotidiana de nuestras comunidades --al igual que cualquier otro poder o cualquier otra esfera que incida en nuestra vida cotidiana--, tiene que ser controlado (…) La sociedad tiene derecho a saber a quién pertenece un medio de comunicación, qué tareas desarrolla, quiénes trabajan allí, de qué manera se compone el capital accionario, etc. Es una cuestión de responsabilidad que nos debemos como sociedad. Me parece que hay que transparentar para que después cuando escuchemos los mensajes, los programas, sepamos quién, nos está diciendo qué, y desde qué lugar lo dice.


Victoria Rosetti Garro


Anexo:

Textos complementarios:


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